Un día en Alpamayo

Mundo virtual: Riesgos y responsabilidades

El mundo actual nos sorprende día a día con novedades en todos los frentes, y la tecnología es uno de ellos. Pero, como suele pasar, también puede ser utilizado para reprochar, tal como se conoce como “ciberacoso”, definido como el conjunto de intimidaciones, acciones o acciones, intencionadas y reiteradas en el tiempo, dirigidas a avergonzar, hostigar o humillar a Un niño o un adolescente por parte de otro menor o grupo de menores a través de las TIC, redes sociales, dispositivos móviles o videos en línea. Además de la reiteración y la intencionalidad, la parte que se comporta es el tipo de acciones, para que se produzca un desequilibrio de poder físico, psicológico o social. También los profesores pueden ser objeto de estas prácticas. El ciberacoso es un tipo de hostigamiento diferente de otros, que requiere una atención especial por parte de padres y profesores.

El primer paso consiste en tomar conciencia de la necesidad de establecer unas medidas preventivas. Por esa razón, la Normativa de Convivencia de nuestro colegio contempla algunos puntos que se han centrado en este tema: son las faltas de las sepulturas en el ámbito de las redes sociales e Internet. Los padres de familia o las tabletas, se colocan computadoras con acceso a Internet, sin filtro en las habitaciones de los hijos. Es importante pensar, en cada caso, cuál es la edad adecuada para que los hijos tengan o utilicen estos dispositivos con conexión a internet.

Es imprescindible tener más preciado que tienen. Algunas de ellas son, por ejemplo, evitar que los hijos se lleven el celular o la tableta a su habitación para jugar o conectar a internet; poner la televisión y la computadora en una zona común de la casa y establecer unos límites claros: concretar horarios limitados de acceso a internet; instalar filtros de control parental en los dispositivos; No hay versiones en la televisión ni en la red cuando están solos o por la noche, etc. Sin embargo, los niños aprenden a respetar unas normas básicas.
En 5º de primaria, los alumnos tienen una configuración de varios perfiles en las redes sociales. Al acabar 6º, casi la mitad tiene uno o más de uno y lo que usa con normalidad. Al acabar 7º, la proporción de usuarios sube hasta casi el 80%.

¡PADRES, A TENER EN CUENTA!

  • Las redes sociales son un avance positivo, una oportunidad para educar.
  • Lo esencial es educar personas con criterios que se pueden elegir bien, aunque ningún adulto esté presente.
  • El ejemplo de los padres es decisivo para mostrar cómo es la vida familiar es más importante que la tecnología. No debemos posponer la respuesta a un hijo por una llamada, un mensaje o un Whatsapp.
  • Hemos enseñado a los hijos que la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal es la misma en las redes sociales que en la vida real.
  • Los hijos entenderán que las medidas de prudencia facilitan su seguridad y la de los demás.
  • Es un ejercicio de sentido común y prudente para establecer las pautas de conducta en el uso de las redes sociales. Por ejemplo, solo han de admitir como amigos en su perfil y quienes tienen con nosotros personalmente y sean amigos reales. En ningún caso extraños o desconocidos.
  • Ofrecer a los hijos alternativas de aburrimiento en casa o fuera, que no sean el uso de internet o las redes sociales.
  • Los padres deben valorar qué edad le conviene a su hijo disponer de teléfono móvil. El criterio no debe ser sus compañeros.
  • La perspectiva aconsejable para estos aspectos es la educación en la templanza, en la sobriedad y en el dominio de uno mismo, en el equilibrio del uso del tiempo libre y los medios de comunicación.
  • Conviene transmitir a los hijos que la violencia no es una solución válida. Hemos enseñado a leer y escuchar, sin menospreciar, y no contestar en el mismo tono.

Mg. Walter Espinoza Jock
Director de Orientación y Familia

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